Una explosión es una reacción súbita de oxidación o descomposición con elevación de la temperatura, de la presión o de ambas simultáneamente (EN 1127- 1). Una explosión de gas o de polvo se puede describir como consecuencia de la rápida combustión de gas o de polvo en una mezcla con aire. Algunos de los efectos de una explosión son fuerte estruendo e impactos de presión que pueden provocar el derrumbe de paredes y la rotura de ventanas. Otros efectos muy peligrosos de la súbita e intensa expansión de gases son radiación de calor, gases de humo y frentes de llamas.
¿Cómo se produce una explosión?
Para que se produzca una explosión tienen que estar presente una sustancia inflamable (gas, p. ej. hidrógeno; vapores, p. ej. de líquidos inflamables o polvo, p. ej. harina), un medio de oxidación
(p. ej. el oxígeno del aire) y una fuente apropiada de ignición (p. ej. Una superficie caliente o una chispa eléctrica). Cuando se ha producido la mezcla del combustible y el medio de oxidación y la concentración del combustible se encuentra dentro de los límites de explosividad entonces la mezcla resultante puede ser encendida por una fuente de ignición que sea suficientemente fuerte.
Algunas medidas preventivas generales pueden ser:
Evitar o limitar la cantidad de sustancias inflamablesRespetar los límites de explosión para la concentración de la sustancia inflamable/ de la mezcla de aireDeterminación de la consistencia de los polvosEvitar fuentes efectivas de igniciónSistema de alerta para atmósferas potencialmente explosivas
Algunas medidas organizativas para su prevención pueden ser:
Elaboración de instrucciones de trabajo por escritoInformación/Formación de los empleadosImplantación de un sistema de permisos de trabajoRealización de controlesSuficiente cualificación de los empleadosSeñalización de las zonas con peligro de explosión