El 2011, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de China
subieron un 9 por ciento y ascendieron al equivalente a 7,2 toneladas per
cápita, situándose a la par de las 7,5 toneladas que produce cada
europeo.
Hasta ahora, las potencias emergentes, como China y la India , venían retrasando sus
políticas de protección ecológica amparándose en su menor grado de
desarrollo, aumentando sus emisiones de CO2 más de lo
previsto.
Las emisiones totales de CO2 del planeta aumentaron el año
pasado un 3 por ciento y alcanzaron un nuevo récord: 34.000 millones
de toneladas.
Dicho incremento ha sido similar durante la última década,
con la excepción de 2008, cuando bajaron como consecuencia del impacto de
la crisis financiera global en la producción industrial.
Pero, en 2010, volvieron a aumentar un 5 por ciento,
informó el sitio Medio y Medio.
El principal causante de esta nueva subida vuelve a ser
China, debido sobre todo a su necesidad de combustibles fósiles, para
generar electricidad con la que alimentar sus fábricas y su imparable
urbanización.
A través de acuerdos como el Protocolo de Kioto, los
países se han comprometido a reducir sus emisiones de gases
contaminantes para frenar el cambio climático.
El objetivo marcado por las Naciones Unidas consiste en
limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados en 2050
reduciendo las emisiones de CO2 pero, al ritmo actual, se puede alcanzar el
tope en las dos próximas décadas, mucho antes de lo previsto.